La programación es un arte, un oficio creativo, y alegre, aunque también puede ponerte en el suelo si se lo permites, algo así como la vida misma.

Desde la secundaria y el bachillerato tuve acercamiento a la computación y al internet, ese de conexiones por modem telefónico..., luego ingresé a la Universidad y decidí estudiar Ingeniería en Sistemas, pero incluso desde el principio de mis estudios me quedo claro que lo que me enseñaban en la Universidad no era programación, sino todo tipo de temas de ingeniería con algo de computación y temas relacionados entre sí.

De una manera muy seca y fría trataron de enseñarme programación en un par de materias pero faltaba una parte emotiva y artesanal.

Cuando la gente ama algo, vuelve a casa por la noche después de sus obligaciones y sigue trabajando en ello con su tiempo libre.

De hecho así es como dio inicio el movimiento del software libre.

Sí ese que ocupas a diario y das por sentado con el código abierto que podemos encontrar en GitHub, NPM, etc.

Quiza no somos conscientes a diario pero es un fenómeno admirable de una gran comunidad de la que todos los programadores somos parte.

Para muchas personas, la programación se realiza mejor de noche. ¿Porque?

No lo sé. Debo reconocer que la mayoría de ocasiones me siento más cómodo codeando por las noches. Aunque las mañanas también me funcionan bien.

Quiza la noche nos seduce por que no tenemos otra cosa de qué preocuparnos. No hay encargos interrumpciones de personas, salidas a la tienda, ni peticiones de la oficina.

Además creo que es más fácil entrar en "flow", ese estado de flujo que te hace un superhumano, sí, por que programar te da poderes para crear cosas increíbles, y el flujo es ese momento maravilloso donde tu cerebro hace las conexiones necesarias para que la corriente de bits que generá tu código fluya de tus pensamientos a la computadora a través de los impulsos eléctricos que generan las pulsaciones del teclado y entonces ocurre el hermoso ARTE de Programar.

Podemos obligarnos a escribir código en cualquier momento del día, pero cuando lo hacemos en nuestro mejor momento, podemos ser mucho más eficientes.

En ese sentido creo que las oficinas dificultan la concentración, creo que por eso prefiero ser freelance. De cualquier manera e independientemente de tu situación laboral debemos idear formas creativas de resolver problemas y dar soluciones.

A veces pienso que el hecho de que la programación se asocie a menudo con recibir un pago por nuestras habilidades y conseguir un trabajo, le agrega un tono gris.

Si la programación se considerará lúdica como dibujar o tocar un instrumento musical, eso tendría un sentimiento completamente diferente. Algo que todos hacemos después de la cena para divertirnos.

Me da tristeza cuando escucho que en los trabajos la productividad de un programador se basa en la cantidad de líneas de código que escribe o en los módulos y funcionalidades que termina. Y no olvidemos de la presión impuesta para cumplir con los plazos que los Project Managers les hacen cumplir, claro como ellos generalmente no escriben código. ¿De Verdad? creo que eso sólo agrega ansiedad, frustración y mala reputación a nuestro oficio.

Y no me mal entiendas, no estoy diciendo que no debas conseguir un trabajo como programador, eso sería incongruente de mi parte. Tenemos que comer y pagar facturas y una carrera en programación es una increíble forma de hacerlo y elevar tu calidad de vida desarrollando para empresas o particulares, de forma asalariada o independiente, presencial o remotamente.

Sólo cuestiono lo siguiente:

Sí sólo programas por trabajo, quizás no estés viendo la programación con amor y como ese maravilloso arte que es, sino como un medio para un fin. Lo cual está bien, tenemos una cantidad finita de horas al día y quiza seas un profesional increíble en tu trabajo.

¿Sábes?

A lo largo de mi experiencia profesional aborrecí las veces que tenía que controlar el tiempo y las circunstancias en que programaba. Me hacía sentir gris. Y es que muchas veces no sé cuanto tiempo pueda tardar en desarrollar algo.

A veces puedo tener un error que es muy difícil de resolver y hacerlo en 10 segundos gracias a mi experiencia, en otras ocasiones me paso horas buscando otro que pudiera ser bastante evidente de corregir, pero bueno eso es parte de la montaña rusa que es el arte de programar.

También hay que considerar que somos humanos y que como tal tenemos días estupendos y otros donde queremos tirar la toalla.

¿Y sabes qué?

Está bien, no somos máquinas perfectas.

Quizás... por ello trabajo por mi cuenta y soy muy selectivo en los proyectos donde tiro líneas de código.

Para mí, programar es como jugar con piezas de LEGO. Muchas veces no se que voy a crear, pero se que será increíble, es cómo poner a jugar a mi niño interior.

Pero bueno ya me calló no quiero aburrirte, sólo te pido una cosa:

Te invito a que tengas de vez en cuando tu pequeño jardín de código privado donde puedas sentir, sembrar y regar ese amor al arte de la programación.

No todo se trata de trabajo y dinero, o bueno me niego a pensarlo...